El moquillo es una enfermedad infecciosa de tipo viral, que los hurones comparten con los perros. En el caso de los hurones, el moquillo es mortal en el 99% de los casos. Esta enfermedad afecta a hurones de cualquier edad que no estén vacunados.
La transmisión de esta enfermedad tiene lugar por el aire, por lo que tu hurón corre peligro de infección aunque no salga de casa. Un animal contagiado expulsa el virus a través de su saliva, estornudos, orina, heces, secreciones oculares y nasales, etc. Si tienes un hurón con moquillo, es altamente contagioso para otros hurones, así como para perros.
Además este virus se transmite a través de fómites, es decir, cualquier objeto carente de vida se puede convertir en portador del virus, ya que éste puede sobrevivir hasta 20 minutos sobre cualquier superficie que haya tocado el animal contagiado. Recomendamos desinfectar bien todo lo que haya estado en contacto con él y el aislamiento estricto.
Los síntomas son muy variados, pero incluyen fiebre, infección ocular, irritación de labios, nariz y barbilla, pérdida de apetito, diarrea, vómitos, endurecimiento y sequedad de las almohadillas, deshidratación y enrojecimiento e inflamación del ano.
Suelen aparecer infecciones bacterianas secundarias, como úlceras y neumonía.
Es muy importante acudir a un veterinario especialista en animales exóticos, y si es posible, intentar llevar a cabo un tratamiento. Si es demasiado tarde, y siempre bajo recomendación del veterinario, se debe valorar la eutanasia, para evitar sufrimiento al hurón.