Consiste en una diarrea severa sufrida por hurones jóvenes, debido a una infección de origen bacteriano en el colon.
Si apreciamos diarrea líquida con sangre o mucosa, dificultad al defecar, recto prolapsado, pérdida de peso y deshidratación en nuestro hurón, es posible que sufra esta afección.
No es grave, su tratamiento se basa en suministrar antiobióticos al hurón. Aunque no tiene porque haber más problemas, la prolongación de la enfermedad sin tratamiento puede resultar peligrosa, por lo que debemos actuar lo más rápido que nos sea posible, acudiendo como siempre a un veterinario especialista en animales exóticos.