Se trata de un tumor localizado en el páncreas. Este tumor da lugar a una superproducción de insulina, y a una bajada de los niveles de azúcar en sangre (hipoglucemia).
Un hurón con insulinoma presentará mucha salivación, úlceras en la boca, letargia, vómitos, pérdida de peso, agrandamiento del bazo, pérdida de coordinación, debilidad en las patas traseras e incluso convulsiones.
El diagnóstico debe ser llevado a cabo por un veterinario especialista en animales exóticos, y lo mismo sucede con el tratamiento. Hay ocasiones en las que el tumor podrá ser operado.
Es recomendable que los hurones mayores de tres años acudan dos veces al año a su veterinario especialista en animales exóticos para realizar análisis rutinarios de glucosa, de forma que se pueda detectar a tiempo un posible insulinoma.